Infinidad de comentarios surgieron en las redes sociales, medios ideales para correr la voz, bien sea para cosas buenas, malas o incluso absurdas; y cada uno que juzgue ésta como quiera, que todavía nos dejan, porque aunque lo haya dicho el Sr. Ratzinger, por suerte en lo que a libertades se refiere, pintan más bien poco, ya han tenido bastante a lo largo de la historia. Creo que la mejor forma para hacer que la gente siga creyendo no es ésta, claro que esto sirve para que aún más gente no crea en una Institución así, independientemente de las creencias de cada uno, y me incluyo yo a mi mismo, SOY CREYENTE, pero no creo en la Iglesia como institución. ¿Por qué? Eso ya es cosa mía. Ah!! y ahora recordemos cuando nos cambiaron el Padre Nuestro, porque sí, ¿era necesario? Pues no, pero ahí están ellos a su ritmo.
Menos mal que cada vez más, hay curas o sacerdotes, que son más realistas, pero más realistas incluso que muchos fieles, algo que me llama la atención, y desde aquí, a estos les felicito por su labor (me refiero a este tipo de sacerdote) y por lo que intentan transmitir, que es realmente como tendría que ser, según lo que predican algunos de los otros... y los fieles, serían muchísimos más.
La realidad está inventada, y por mucho que algún sector quiera, es lo que hay.
Ahora bien, Buey, Mula, Pastores, y todo lo que tienen todos, y digo TODOS, los Belenes, lo seguirá teniendo el mío, bueno algunos ahora lo quitarán, pero eso ya es cuenta suya y además lo respeto.
Mi Belén lo pongo por una creencia y/o tradición, que arrastro desde que era pequeñito, he visto y vivido en mi casa, y ahora me sigue gustando observar cada vez que veo alguno por ahí, aprovechando que llegan estás fechas; y no pongo Mi Belén por marcas de una institución.
AMEN.
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